Si la Cenicienta del cuento tuviera alguna hermana más pobre
y más infravalorada que ella, en la Educación Primaria, esa sería la asignatura
de Plástica; bueno, junto con su hermana gemela: la Música. Ambas son
fundamentales en la educación de los niños y ambas deberían tener, al menos, el
doble de clases semanales de las que actualmente tienen en la Comunidad de
Madrid.
En lo que a mí respecta, me voy a centrar en la Educación
Plástica, que es una de las materias que me toca impartir y que, por mi condición
de maestro y artista, es probablemente la que más me motiva y en la que más
puedo y tengo que aportar a los niños.
Dicho esto, a la hora de planificar qué hacer a lo largo del
curso, teniendo en cuenta los “miserables” 45 minutos semanales con los que contamos, en
una única sesión, es necesario analizar cuidadosamente cuáles son las
necesidades reales de los niños relacionadas con la asignatura, cuáles son sus
deficiencias y en qué podrían mejorar, para que les sirviese, no sólo en lo
relacionado con esta materia, sino en todo lo que rodea su vida de estudiante.
Sin olvidarnos, por supuesto, como ya dije en alguna parte de este blog, de que
todo lo que aprendan les acompañará y lo tendrán siempre a mano en su “mochila” de recursos particular, cuando sean adultos.
Nuestro proyecto
Hablar pormenorizadamente de todas esas necesidades, daría
como para hacer un extenso artículo repartido en varias entradas del blog,
dedicadas exclusivamente a ello. Sin embargo, vamos a ir por partes, pero
metiéndolas en un todo que las una y sirva a un tiempo para motivar a los niños
en un proyecto común, que lo tengan siempre presente a la vista y del que, en
mayor o menor grado, se puedan sentir orgullosos.
Aunque ya hemos finalizado dos partes de ese proyecto, la
carga de trabajo de este primer trimestre me había impedido hasta ahora
encontrar el tiempo necesario para plasmarlo en mi blog y poderlo compartir con
vosotros. Hoy os voy a hablar sólo de la idea general de lo que queremos hacer,
de nuestros principales objetivos. La semana que viene, intentaré ya presentar la primera pieza del puzle, que ya hemos colocado con nuestro primer trabajo,
del que, como podéis ver, os estoy aquí adelantando algunas imágenes.
Es importante que los
niños se sientan artistas. Lo son. Lo he dicho largo y tendido en mi blog y, en
todo caso, somos los adultos (sus padres y maestros) los que involuntaria o
inconscientemente impedimos que lo sigan siendo.
Quiero que cada niño entienda que con cada trabajo artístico está haciendo una
pequeña-gran obra de arte digna de ser expuesta. Llegados a este punto, me
consta que a muchos niños no les gusta dibujar: “profe, es que no me sale”, “es
que yo no sé dibujar”… o, sencillamente, yo noto, por sus actitudes, que hacen
todo deprisa y corriendo, para terminar cuanto antes, porque no les interesa en
absoluto. Motivar a estos últimos es especialmente difícil, pero no soy yo
quien se vaya a rendir.
Alguna pequeña bronca que otra a la desatención o la desgana siempre es
necesaria, pero lo contrarresto con refuerzo positivo a la mínima oportunidad.
Cualquier pequeño detalle que, aposta o sin querer, les salga bien o resulte
artística o creativamente interesante, es para mí una joya y un excelente motivo para
animarles a seguir adelante, y a que se sientan Artistas.
2. Nuestra exposición.
Es raro el niño que no
disfruta viendo sus obras expuestas, y si sabe que dicha exposición va a durar
en el tiempo y que, incluso, va a poder ser contemplada en internet, se sentirá
más satisfecho y motivado si cabe.
Mientras me planteaba cómo y dónde exponer los trabajos de los niños, observé que en la clase había 5 filas de azulejos, en color beige, que rodeaban toda el aula. Al mismo tiempo, sabía que cada alumno había aportado como material de clase un cuadernillo con cartulinas de colores, para las actividades de Plástica. Así que, de nuevo y aunque en un contexto diferente, la idea de hacer un mural colaborativo para decorar el aula fue tomando cada vez más fuerza.
Cada trabajo, en cartulina, iba a tener el tamaño de uno de los azulejos de la pared, de tal forma que, poco a poco, ésta sería cubierta con pequeñas obras de arte de colores, formando una obra de arte mayor, hecha entre todos, y a la que iban a ver ir creciendo poco a poco. Nuestra clase sería nuestro museo particular que, con toda probabilidad, a medida que fuera avanzando el proyecto, recibiría la visita de los otros compañeros del colegio. Todo estaba sólo en mi cabeza, pero yo nunca he sabido trabajar sin entusiasmo.
Mientras me planteaba cómo y dónde exponer los trabajos de los niños, observé que en la clase había 5 filas de azulejos, en color beige, que rodeaban toda el aula. Al mismo tiempo, sabía que cada alumno había aportado como material de clase un cuadernillo con cartulinas de colores, para las actividades de Plástica. Así que, de nuevo y aunque en un contexto diferente, la idea de hacer un mural colaborativo para decorar el aula fue tomando cada vez más fuerza.
Cada trabajo, en cartulina, iba a tener el tamaño de uno de los azulejos de la pared, de tal forma que, poco a poco, ésta sería cubierta con pequeñas obras de arte de colores, formando una obra de arte mayor, hecha entre todos, y a la que iban a ver ir creciendo poco a poco. Nuestra clase sería nuestro museo particular que, con toda probabilidad, a medida que fuera avanzando el proyecto, recibiría la visita de los otros compañeros del colegio. Todo estaba sólo en mi cabeza, pero yo nunca he sabido trabajar sin entusiasmo.
3. Arte y utilidad.
Como decía al principio, éste
es mi principal objetivo didácticamente hablando. Se trata de
que los niños realicen trabajos artísticos y creativos mientras aprenden y/o desarrollan
habilidades manuales y estéticas que necesitan y van a necesitar en el futuro.
Desde no tener miedo a hacer una línea recta (que siempre queda más bonita a
mano, con todas sus imperfecciones), hasta disfrutar haciendo rótulos en sus
portadas y ocupar el espacio del papel en composiciones tan vistosas como
equilibradas. Si, además, algunos niños pueden aportar valores y conceptos estéticos interesantes de sus culturas de origen, eso puede ser maravilloso.
En el poco tiempo que llevamos, ya he podido ver con satisfacción como los niños comienzan a aplicar lo aprendido, en los pequeños trabajos libres que les sugiero, entre actividad y actividad, mientras van terminando sus compañeros.
Y esto es todo por hoy. La semana que viene intentaré
contaros en detalle la primera fase de nuestro proyecto, con el primer trabajo
de nuestros artistas ya en la pared.
Un cordial saludo.
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