martes, 7 de marzo de 2023

Zapatillas de colores

Con este sugerente título, quiero hablaros no sólo de las zapatillas (más bien alpargatas) de colores que utilicé para captar la atención de los niños al principio del presente curso (2022-2023), sino también de la que fue mi propuesta de toma de contacto con mis alumnos de Educación Infantil en el CEIP El Greco. Hablaré también de mi planteamiento didáctico; de qué elementos utilizo y de cómo planifico y comienzo mis sesiones con los niños. Empecemos por el principio…

Comenzando el día con alegría

Alpargatas de colores
El tema de las alpargatas de colores, se me ocurrió para captar la atención de los niños cada mañana, según iban entrando al edificio de Infantil y yo salía a recibirles, dándoles los buenos días. “Good morning!” o “Hello!”, yo les iba saludando, mientras ellos, aparte de sonreírme e incluso contestarme (los más decididos), se fijaban en mis pies y me decían: “red”, “yellow”, “blue”, etc., según el color que había elegido para ese día. “What colour are my shoes today?, también les preguntaba de vez en cuando, animándoles a responder en inglés, o haciéndoles traducción simultánea. Es más, al principio me ponía cada día unas alpargatas de un color diferente, hasta 6 que había comprado; y no les hacía fijarse en los calcetines, en los que todavía no estaba focalizando su atención, pero, en una segunda fase, con otros 6 pares de calcetines de distintos colores, empecé a combinarlos de la forma más contrastada posible, para practicar dos colores diferentes a un tiempo. Pero eso no fue todo…

Calcetines de colores
En una tercera fase, manteniendo los calcetines del mismo color, me ponía dos zapatillas de colores diferentes, intentando siempre que el color de los calcetines elegidos contrastara bien con los dos colores de alpargata del día. Practicábamos ya entonces tres colores en lugar de dos. Por último, en una cuarta fase, empecé a ponerme 4 colores distintos, combinándolos también de la mejor manera que creía, entre las dos alpargatas y los dos calcetines. Este pequeño juego de combinación de colores, no sólo me servía para recibirles cada día de una manera divertida practicando los colores, sino que en mi cabeza de “artista”, de la que ni puedo ni quiero salir del todo cuando estoy con niños, por las ventajas que sé que les puedo aportar, tenía la intención oculta de que se fueran familiarizando con diferentes combinaciones cromáticas. Eso sí, siempre asumiendo convencido que, si bien, es sabido que hay unos colores más indicados que otros para generar combinaciones “que funcionen bien”, los niños pequeños son de por sí unos creativos excelentes, sin filtros y sin miedos estereotipados, y son capaces de sorprendernos con sus elecciones y de deleitarnos con sus mezclas en los trabajos artísticos que realizan.

Combinaciones cromáticas
El hecho de que esté hablando en pasado es también lógico, pues desde que empezó el clima más frío, a mediados de noviembre, no tuve más remedio que interrumpir esta matutina actividad, pero la retomaré felizmente en primavera, cuando suban de nuevo las temperaturas y la mantendré ya hasta fin de curso.


Mi amigo el Moskinglish

El Moskinglish es una pequeña “mascota”, que me inventé y que les presenté a los niños los primeros días de curso. Lo podéis ver en la imagen. Y pongo mascota entre comillas, porque no sé si podemos llamar “mascota” realmente, a un mosquito que nos pica con saña y alevosía, por muchas ventajas que nos pueda transmitir con su majestuoso picotazo… Y es que el Moskinglish, insecto británico donde los haya, y al que yo presenté como el rey de los mosquitos, cuando pica a alguien, provoca que poco a poco se vaya olvidando de su lengua materna y vaya utilizando la lengua de Shakespeare, cada vez más y de forma progresiva.


La cuestión es que les dije que a mí me había picado el susodicho insecto y, a lo largo del curso, los niños se irían dando cuenta de que cada vez les hablaría menos en español y más en inglés. Esto, con los niños pequeños, sé que es un poco utópico, pues en muchos momentos de la clase, no tengo más remedio que recurrir al español, para que todos me puedan seguir, pero también es cierto que mi comunicación en inglés con ellos, sigue progresando día a día, y lo continuará haciendo así hasta el final de curso.

Un auténtico bombín inglés on my head

Bombín 01
La idea del bombín se me ocurrió prácticamente al mismo tiempo que la de las alpargatas de colores. Pensé que llevar puesto siempre un sombrero típicamente inglés durante las clases, ayudaría a contextualizar mi rol de English teacher, lo que, junto con el picotazo del Moskinglish y su efecto de “angloparlantismo” persistente, contribuiría a dar a nuestras sesiones una personalidad propia y diferenciada de su clase normal en español.

Además, para que no quedase ninguna duda sobre la nacionalidad del sombrero, le fijé a cada lado una pequeña bandera británica. Claro; los niños de 4 y 5 años nos es habitual que conozcan esta bandera, como así pude comprobar, pero tampoco resultó muy difícil explicárselo y aprovechar esta ocasión para que identificaran esta bandera con la lengua que íbamos a trabajar en nuestra clase.

Bombín 02
Por otro lado, se me ocurrió una idea más para sacar partido al sombrero. La idea era colocarle una cinta elástica negra alrededor, y utilizarla para sujetar una imagen con la palabra del día en la parte frontal, y la propia palabra escrita en la parte posterior. Y así estoy haciendo con ellos desde el principio de curso. Las imágenes en cuestión, son imágenes reducidas de las mismas flashcards con las que presentamos el vocabulario de cada unidad. Es una tarea que exige un trabajo preparatorio, reduciendo, imprimiendo y plastificando estas imágenes en miniatura, pero es algo que merece la pena y que los niños me suelen reclamar cada día, incluso aunque a mí se me olvide mencionar la palabra en cuestión, como alguna vez me ha ocurrido.

Un mural para las rutinas diarias

Mural rutinas diarias
En este punto, que sería el más largo de todos, tampoco me voy a extender, ni voy a autoplagiarme, copiando y pegando el texto que yo mismo escribí en el año 2014, cuando realicé el mural que he rescatado y que estoy reutilizando cada día en este curso, para trabajar las rutinas del tiempo atmosférico y la fecha con los niños. Me parece mejor opción poner aquí un enlace al artículo original, que está en otra parte de este blog. En aquel artículo, hablaba, en primer lugar, de mis sensaciones y experiencia en los primeros momentos que pasé en aquel curso 2014-2015, en el colegio Meseta de Orcasitas, de Madrid; pero también presentaba el mural.  En segundo lugar, en otro apartado, hablaba del proceso de fabricación del mural que realicé, fundamentalmente con fieltro. En este caso, teniendo en cuenta los inconvenientes que me supuso utilizar dicho material, especialmente a la hora de escribir o rotular sobre él, hoy en día lo habría sustituido por Goma EVA, de distintos colores y grosores, mucho más fácil de trabajar y de rotular sobre ella. Por último, y si queréis ir al grano para ver cómo lo utilizo en clase, sigo prácticamente lo comentado en el último apartado del artículo, titulado “El uso del mural cada día”. Aquí tenéis el enlace: http://artedesermaestro.blogspot.com/2014/10/un-mural-de-tela-para-las-rutinas.html

Y nada más por hoy. Un saludo y hasta pronto.

domingo, 5 de marzo de 2023

Una oportunidad soñada en un entorno de trabajo ideal


Jornadas de puertas abiertas
De nuevo escribo otro breve post, en este caso para hablaros de cómo fue mi "aterrizaje" este curso en mi actual colegio... Como maestro interino de Inglés de la lista bilingüe, casi siempre me convocan o me asignan vacantes de dicha especialidad en colegios bilingües. Sin embargo, este curso, por la posición que ocupaba en las listas y por el gran número de vacantes de la especialidad bilingüe de Inglés, que se iban a cubrir con las oposiciones de 2022, sospeché que me podían asignar excepcionalmente una vacante en un colegio no bilingüe, como así acabaría siendo. Por ese motivo, a la hora de preparar mi lista de colegios para el presente curso, había tomado la precaución de reservarme las cuatro últimas posiciones para estos centros. De ellas, la primera de todas la ocupaba precisamente el CEIP El Greco, principalmente, porque podía ir andando desde mi casa y porque estaba en el barrio de Butarque; una zona que me gustaba bastante y por la que había paseado a menudo. Además, uno de mis mejores amigos de la niñez, había llevado a sus hijos a este colegio y siempre me había hablado muy bien de él. En la imagen podéis ver el cartel en el que se anuncian las jornadas de puertas abiertas, que ya se han empezado a celebrar en el cole, con vistas al próximo curso.

La suerte me fue favorable y me asignaron el CEIP El Greco, pero mi sorpresa inesperada fue cuando me ofrecieron la posibilidad de ser el maestro de Inglés, en la etapa de Educación Infantil, de cuatro grupos de 4 años y de otros cuatro de 5. De repente, me vinieron a la cabeza todos los bonitos recuerdos de mi segundo curso como maestro, cuando había sido el maestro de Inglés de los 9 grupos de Educación Infantil, de 3 a 5 años, en el colegio Meseta de Orcasitas. No me lo pensé dos veces y, para resumir, sólo quiero decir que aquí estoy, ya mediado el segundo trimestre, disfrutando cada día en un entorno ideal, no sólo con mis 8 grupos de alumnos, sino también con unos excelentes compañeros y un equipo directivo con el que podemos contar en cualquier momento y circunstancia. Esto último, aunque debería ser algo normal en cualquier centro escolar, no siempre es así, y por ello es un motivo más para ir contento cada día a trabajar. Debo decir, no obstante, que yo sí que he tenido habitualmente mucha suerte en este aspecto, salvo en un caso reciente que prefiero mejor ni mencionar. Por citar, e incluso aplaudir a algunos colegios en los que también me sentí arropado y apoyado por el equipo directivo, destacaría los siguientes CEIPs, del más reciente al más antiguo: Ramón Pérez de Ayala, El Quijote, Ciudad de Córdoba y Meseta de Orcasitas, en Madrid Capital, y el colegio Vía Romana, en Cercedilla. Quiero aprovechar también este inciso, en esta breve entrada, para mandaros un abrazo, si por casualidad tropezáis por aquí y leéis estas líneas 😊

Un saludo y hasta el próximo post.

viernes, 3 de marzo de 2023

Sacando al blog del frigorífico…

Frigo yellow
En estos días, en los que el frío está siendo bastante más intenso de lo habitual, me he animado a retomar los artículos del blog, después de un largo parón de más de un año. Haciendo alusión al frío, persistente y recurrente, y como digo en el título, es como si hubiera tenido el blog en el frigorífico, aguardando el momento en el que me encontrase motivado y con tiempo suficiente para volver a publicar aquí mis artículos. No quería haber esperado tanto, y mi intención era haberlo retomado a primeros de año, justo después de Navidad, pero en mi defensa debo decir que acabo de completar un curso de acreditación de “Competencia Digital Docente” que, al igual que a la mayor parte de mis compañeros, me ha tenido totalmente ocupado y con pocas opciones de diversificar mi tiempo supuestamente libre. 

En este proceso de “deshibernación”, voy a comenzar escribiendo una serie de posts que entremezclarán aspectos profesionales y pedagógicos, con otros de carácter más personal. Los que conocéis mi blog desde hace tiempo, sabéis que lo he hecho habitualmente así, desde el principio, cuando me lo planteé como una especie de blog-currículum, que me permitiera darme a conocer como maestro, pero también expresarme como artista y creador.

En estos próximos artículos, voy a comenzar hablando de mi rol actual de maestro de Inglés en Educación Infantil, en el CEIP El Greco de Madrid. Así mismo, aprovecharé también para abordar de una forma u otra algunas de las nuevas plataformas de diseño de presentaciones que he tenido ocasión de conocer últimamente, como son Genially y Canva, al igual que alguna otra, como Emaze, de la que sólo he visto algunos ejemplos en internet, pero que me ha parecido una opción muy interesante para crear exposiciones virtuales en entornos 3D.

Un saludo.