Hola de nuevo:
Está visto que este curso me está siendo especialmente difícil
mantener el blog al día. Como recordaréis y podéis comprobar, mi última entrada
fue para despedirme del colegio Luis Bello, en el que estuve trabajando desde
el primer día de curso hasta el 18 de febrero, y ayer mismo comencé en otro
cole en el que estaré ya hasta el final, de nuevo, sustituyendo a una compañera
por maternidad. Ya os hablaré de esto en las próximas entradas, pero hoy quiero
hacer una breve reseña sobre una corta e intermedia experiencia que he tenido
en otro colegio durante algo menos de un mes, hasta las vacaciones de Semana
Santa.
No sé si es que estoy teniendo mucha suerte o es que tengo
la positividad que tenemos que tener y que se requiere de un maestro interino,
pero la cuestión es que he vuelto a disfrutar un montón y a aprender en este
otro colegio con mis compañeros y alumnos. Se trata del colegio público bilingüe
“San Blas”, en el pequeño pueblo de Ajalvir. La experiencia ha sido breve, pero
muy intensa y enriquecedora. En esta ocasión he dado clase de las asignaturas
de inglés a dos grupos de cuarto. Además, siendo tutor de uno de ellos, también
le he impartido la asignatura de “Valores”.
Tenía algunos alumnos más por clase que en el Luis Bello, 19
y 20 respectivamente, pero tampoco es un número muy grande, lo que siempre
resulta positivo para un maestro y para los alumnos, a los que, lógicamente, les
puedes dedicar más atención. Ha sido poco tiempo, es cierto, como para conocerles
bien, pero suficiente para disfrutar de su vitalidad y genialidad y que, por
supuesto, te dejen una pequeña huella más en tu corazón de maestro. Me ha
llamado también mucho la atención el perfil de este alumnado, probablemente al
tratarse de un pueblo, no porque sean mejores o peores, sino por su mayor
uniformidad cultural, frente a la diversidad típica en muchos colegios de
Madrid Capital.
Por último, en cuanto a mis compañeros y a todo el personal
del colegio, aunque al igual que a los niños, tampoco he tenido suficiente
tiempo para conocerles como me hubiera gustado, me ha bastado para apreciar su
compañerismo y profesionalidad. Como suelo hacer en mi blog, quiero aprovechar
desde aquí para agradeceros vuestro apoyo desde el primer momento, ayudándome a
integrarme al colegio y colaborando conmigo en todo lo que he necesitado. Muchísimas
gracias a todos y, especialmente, a Yolanda, mi compañera de Inglés, por tu
constante ayuda en el día a día.
Un fuerte abrazo y hasta pronto.
Hola Martín. Me alegro de que sigas disfrutando de tu profesión porque sin duda es algo que les llega a los niños. Hace ya más de un año que te fuiste del Meseta y aún hoy, Héctor, mi hijo, recuerda tus clases y sales ganando en las comparaciones (por muy odiosas que sean). Un abrazo
ResponderEliminarMuchísimas gracias. De vez en cuando me encuentro con alguno de mis alumnos del curso pasado y siempre me encanta verlos, además, no sé si te lo diría Hector, pero en febrero, aprovechando un hueco entre cole y cole fui de visita al Meseta y me pasé por todas sus clases para saludarlos. Un abrazo
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