En esta
entrada me voy a limitar a presentar el siguiente post, en el que mostraré, a
través de una secuencia de imágenes, con sus correspondientes explicaciones,
los pasos necesarios para crear papel envejecido, de una forma muy sencilla,
usando solo elementos de uso cotidiano, que solemos tener en nuestra casa y,
por supuesto, sin que conlleve ningún tipo de peligro. Esto siempre es
importante cuando se trata de actividades susceptibles de que las hagan los
propios niños, con un mínimo de surpervisión.
Para hacerlo,
he partido de un trabajo real que tuve que preparar hace unas semanas, para
envejecer una serie de notas y mensajes, como parte de la actividad introductoria
de un bonito proyecto en el que vamos a trabajar a lo largo de este curso con
nuestros alumnos de 4º de Educación Primaria, en el CEIP “El Quijote”, de
Madrid. En dicha actividad, ideada y capitaneada por nuestro compañero Jorge,
los alumnos iban a tener una primera aproximación al proyecto, mediante un
divertido juego de pistas, escritas en “antiguos” trozos de papel, estropeados
por el inexorable paso del tiempo :-)
En el
siguiente enlace, podéis ver un estupendo reportaje que ha creado Jorge en su
blog sobre el desarrollo de esta actividad,
en el patio del colegio, en la que colaboramos también mi compañera Susana y yo:
https://espiralidoso.wordpress.com/2018/10/28/comenzamos-el-proyecto-de-4o/
La utilidad
de este tipo de manualidades:
Se me ocurren
varios motivos para defender esta utilidad para el desarrollo de nuestros
alumnos, mucho más allá de preparar una pequeña parte del material necesario
para otra actividad. El proceso, siendo sencillo, requiere captar su atención e
interés inicial, algo no siempre fácil, pero a lo que ayuda el hecho de mostrarles
el sugerente trabajo final. El saber, además, que una vez que hayan aprendido a
hacerlo, podrán servirse de este proceso para crear todo tipo de notas secretas
o misteriosas para sus juegos, etiquetas de regalo, originales envoltorios, o
incluso elementos de una escenografía, sin duda va a contribuir a su
motivación.
Centrándonos
en la parte más artística, vamos a trabajar varios aspectos:
Primero, van
a tener que ser organizados y seguir una planificación. Sí, esto también es
necesario para la mayor parte de los trabajos creativos y artísticos, aunque
entiendo que a veces, viendo lo que vemos en algunos museos y galerías de arte,
penséis que esto no tiene porqué ser siempre así :-)
Por otro
lado, como vais a ver en el proceso, vamos a trabajar la motricidad fina, a
varios niveles. Y, de verdad, os aseguro que siendo algo fundamental para
muchas de las profesiones a las que podrían optar el día de mañana, no necesariamente
artísticas, la habilidad manual de los niños, he observado que va empeorando
progresivamente año tras año; lo cual me entristece bastante. Es cierto que, al
igual que el aprendizaje de Idiomas, lo podrían empezar a trabajar más tarde,
pero el proceso será, como en ese caso, mucho más difícil que si lo comenzamos
cuando aún son niños y son auténticas “máquinas” de aprender, jugando, que es
como mejor se aprende.
Así pues,
tendrán que pintar con un simple algodón, impregnado en una disolución de café,
o producto similar, haciendo degradados, estarcidos y otras sencillas técnicas
artísticas, en pro de ese realismo que tanto les va a fascinar, y del que van a
presumir orgullosos al terminar sus trabajos. También van a tener que recortar
papel con los dedos, de forma irregular, siendo esta una de las mejores
maneras, aunque generalmente obviada, de
desarrollar la motricidad fina, y de la que soy un ardiente defensor. Además,
previamente, deberán haber escrito sus textos, notas o poemas, respetando
márgenes adecuados y suficientes, que tendrán que seguir respetando a la hora
de recortar manualmente el papel. Esto les cuesta; lo de respetar los márgenes.
Por alguna extraña razón, que no logro entender, muchos niños no suelen dejar
suficientes márgenes en sus escritos o portadas, y tienden a pegarse al borde
del papel, por más que les indiquemos lo contrario.
Para
terminar, antes de comenzar a describir el proceso y dentro de la
interdisciplinariedad que intentamos tener siempre presente, me parece
igualmente interesante, poder mostrar y explicar a los niños lo que es una disolución, en
dos niveles distintos de densidad, usando agua y café o, como decía, algún otro
producto similar.
Y dicho esto,
os emplazo a ver la siguiente entrada, en la que podréis seguir fácilmente todo
el proceso.
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