Actividades de Motivación a la Lectura y “Cuentacuentos”
En ambos casos, son actividades con las que los niños están
o deberían estar familiarizados desde edades tempranas. En el caso de los cuentacuentos,
incluso antes de la etapa escolar, es muy probable que ya hayan tenido sus
primeras experiencias en lugares como Bibliotecas y Centros Culturales, pues
hay talleres y representaciones de cuentacuentos para todas las edades.
Por supuesto, hay muy buenos profesionales cuentacuentos y
recomiendo desde aquí participar con nuestros hijos en algunas de estas
actividades siempre que podamos; pero, sin salir del entorno familiar, no hace
falta ser un profesional para motivar e ilusionar a los niños tomando nosotros
mismos ese rol, narrándoles sus cuentos favoritos e incluso escenificándolos al
máximo posible. Si nos piden que los repitamos una y otra noche antes de
dormir es señal de que no lo hacemos “tan mal”, y es bueno que poco a poco
vayamos ampliando nuestro repertorio de cuentos y relatos de la forma más
variada que podamos. Si somos capaces, recomiendo especialmente el jugar con
ellos a inventarnos nuestros propios finales o incluso las historias completas,
una vez apagada la luz. El niño relacionará el proceso de lectura con la
imaginación, se ilusionará y esperará paciente estos momentos y pronto querrá
ser él quien quiera llevar la batuta en este proceso receptivo y creativo a un tiempo, muchísimo más
importante de lo que pueda parecer.
Al final, lo que habremos conseguido es que vean en los
libros el mejor recurso para disfrutar de su tiempo libre y desearán
fervientemente aprender a leer con fluidez. Por el camino tendremos muchos
obstáculos y una competencia bastante “desleal”, que ya he comentado en otros
apartados de este blog. No siempre será fácil luchar contra el atractivo de las
“maquinitas”, los juegos de ordenador y la televisión, pero tampoco tenemos que
olvidar que el mando lo tenemos que tener nosotros, y no me refiero sólo al de
la tele, que también, sino al control de su tiempo y a la motivación que
podamos darles, sobretodo, con nuestro propio ejemplo. Como muy bien decían en
una vieja campaña de la, no siempre enemiga, televisión: “si tú lees, ellos
leen”…
Actividades de iniciación a la escritura
Dependiendo de cómo se haya trabajado con los niños en la
escuela, y de cómo se haya apoyado desde casa el aprendizaje de la escritura,
podemos estar ante algo divertido y motivador para ellos o, por el contrario,
ante un auténtico suplicio. Aprender a escribir puede ser algo apasionante para
ellos y no podemos desaprovechar los estupendos materiales escolares con los
que contamos hoy para esta función. Por lo general, los cuadernos de escritura
son mucho más interesantes y menos repetitivos que aquellos con los que
nosotros aprendimos a escribir, en el supuesto incluso de que hayamos podido
contar con ellos. Los propios cuadernos de trabajo ahora están planteados para
que los niños estén deseando escribir los nombres de los personajes u objetos
que ilustran y acompañan el texto. Pronto serán frases completas y, más tarde, párrafos enteros para explicar o resumir pequeñas escenas o situaciones.
En paralelo, necesariamente, con una motivación apropiada para
la lectura y el fomento de su creatividad, los niños desearán no sólo contar,
sino también escribir sus propias historias, al principio cortas, pero también
apasionantes, porque serán suyas y quién sabe si las primeras huellas de unos
futuros grandes escritores. El principal problema en este sentido es que, a
poco que bajemos la guardia, todo nuestro esfuerzo y dedicación para motivarlos
con nuestros consejos y nuestro ejemplo cuando son pequeños, puede venirse al
traste fácilmente cuando van creciendo. De nuevo es algo difícil de evitar,
pero no por ello tenemos que ceder en nuestra labor educativa como padres o
docentes. Los lenguajes “mega-abreviados” y pobres de las nuevas vías de
“incomunicación” que tanto gustan a los adolescentes, a través de las famosas
redes sociales, mediante el ordenador o los teléfonos móviles de última
generación, harían que el mismísimo Cervantes pudiera haber olvidado hoy día su
sueño, sustituyendo los molinos por chips y pantallas táctiles con adormidera y
efluvios amnésicos…
No obstante, para tratar de compensar este problema, tan
real como cotidiano, y para dar continuidad a todos los niños que, con o sin
ayuda, siguen viendo en la escritura una estupenda opción para llenar “de
verdad” su tiempo libre, podemos buscar en nuestro entorno cercano talleres de
Iniciación a la Escritura o Creación Literaria, adaptados a diversas edades e, incluso, crearlos y fomentarlos nosotros mismos, con la colaboración de las
AMPAs, en la propia escuela.
Actividades de aprendizaje de Idiomas
Saber idiomas siempre ha sido importante, pero nunca tanto
como ahora, cuando el hecho de aprender por lo menos Inglés se ha convertido
casi en una necesidad para muchos de nosotros, pero, sobre todo, para nuestros
hijos. Como ya dije también en otras secciones de este blog, el hablar inglés,
al igual que el tener unos conocimientos, por lo menos, básicos de informática,
es hoy tan necesario como hace unos años lo era el saber hablar y escribir en
nuestra propia lengua.
A nivel escolar se está trabajando desde hace ya mucho
tiempo, introduciendo a los niños en la lengua inglesa desde las primeras
etapas. La idea es que puedan comunicar en dicha lengua cuanto antes. En
Madrid, estamos siendo testigos de la creciente transformación de los colegios
en centros bilingües de forma acelerada. Sin ir más lejos, hoy mismo he leído
que, a partir del próximo curso, todos los colegios nuevos serán de este tipo,
y todo parece indicar que no es algo que tenga marcha atrás. Personalmente, no
soy partidario de que materias tan importantes como “Conocimiento del Medio” se
impartan en una lengua que no sea la propia del profesor y los alumnos. Es una
especie de atajo para aprender antes una lengua en detrimento no sólo de unos
conocimientos muy importantes, sino también de la lengua principal. Creo que se
podrían conseguir los mismos o mejores resultados con una reorganización del
sistema más profunda y eficaz, pero, de momento esto es lo que nos ha tocado y
abrir aquí este debate tampoco nos llevaría a ningún sitio.
En cualquier caso, lo que es evidente es que, con el auge de
estos colegios bilingües, la mayor parte de los niños tendrán la oportunidad de
saber comunicar de forma fluida en inglés antes de llegar a la universidad, en
el caso de que opten por dicha opción educativa. Teniendo esto en cuenta, y la
premisa fundamental de que no hay dos alumnos iguales, a muchos de ellos les
puede venir muy bien participar en actividades extra-escolares para mejorar o reforzar
su dominio del inglés e, incluso, para poder seguir de forma apropiada las
clases de otras materias que se impartan en dicha lengua. Afortunadamente, casi
todos los colegios ofrecen hoy día esta posibilidad entre sus actividades
extra-escolares, pero, además, también las podemos encontrar en la mayor parte
de los centros culturales y, para quien lo prefiera y no le importe pagar un
poco más, hay montones de academias para todos los niveles.
Por otro lado, aunque hasta ahora estoy hablando del
aprendizaje del inglés, el francés será una materia optativa habitual en la ESO
y el Bachillerato y también puede ser interesante ir introduciendo a los niños
poco a poco en esta lengua. Así mismo, el alto porcentaje de inmigrantes de algunos
países en determinadas zonas de nuestra ciudad, hace que el aprendizaje de sus
idiomas pase a formar parte de las actividades extra-escolares que ofrecen los
colegios de forma regular, como ocurre en muchos colegios de la zona de Usera
en Madrid, con una gran población de origen Chino, pasando a ser ésta también
una diferente e interesante opción para nuestros hijos. Y qué decir del Alemán, cuya
demanda de trabajadores con conocimiento de esta lengua ha desbordado las
Escuelas de Idiomas en los últimos años y ha pasado a ser otra alternativa a tener
en cuenta. Eso sí, quien quiera que sus hijos obtengan esta formación complementaria en una
Escuela Oficial de Idiomas, tendrá que esperar a que cumplan la edad mínima
exigida, que es de 14 años y, además, no podrán matricularse en el mismo idioma que estudian como 1ª lengua extranjera en la ESO.
No quiero terminar sin recordar que al igual que he
comentado con otros tipos de actividades, tampoco tenemos que olvidar la
importancia de la labor que podemos hacer con los niños en casa, con los medios
de los que hoy día disponemos. Sé que puedo resultar un poco pesado, pues
también lo he comentado en otras partes de este blog, pero no podemos
desperdiciar la oportunidad de que, gracias a la TDT, la mayor parte de las
series o películas que vean nuestros hijos en televisión las pueden disfrutar
en su lengua original, con o sin subtítulos, por mucho que cueste inicialmente
que se acostumbren. Ahí debemos estar los padres para buscar ese equilibrio,
siempre necesario, consiguiendo que sea algo motivador y no un trauma diario y, para esto, no habrá nada mejor que compartir con ellos esos momentos siempre
que podamos. A nosotros nos costará muchísimo más, sobre todo si no conocemos
la lengua, pero el oído de los niños se acostumbrará, casi sin que se den
cuenta y de una forma rápida y natural, a escuchar conversaciones en inglés, allanándoles
el terreno para aprender y dominar este idioma en pocos años.
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