La Pintura y el Dibujo
Cuando los niños llegan al colegio por primera vez, pintar y
jugar van a ser las actividades con las que realicen la mayor parte de sus
aprendizajes. A través de ellas aprenderán a expresarse y a relacionarse con el
mundo que les rodea. Observándoles a ellos y a sus creaciones, los maestros
vamos a ir conociéndoles, al igual que ocurrirá con sus padres y abuelos
durante el tiempo que pasan juntos en casa.
Centrándonos en la pintura, basta con unos pocos colores,
preferentemente básicos, como el rojo, el amarillo y el azul, para que los
niños puedan sorprendernos con sus creaciones. De vez en cuando es muy
apropiado que los niños trabajen sólo con estos tres colores fundamentales, pues
con ellos pueden aprender, casi sin darse cuenta, y en ocasiones mejor que cómo
se lo podamos enseñar nosotros, a obtener todos los demás. Sin embargo, también
es conveniente que puedan tener a mano, la mayor parte del tiempo, otros muchos
colores que ya les resultan familiares: el verde de la hierba y de las hojas de
las plantas; el marrón de la tierra y de los troncos de los árboles; el rosa de
muchos de sus juguetes y prendas de vestir; el negro de la noche… Todos juntos serán la mejor materia
prima que podamos poner en sus manos, dentro y fuera de la escuela, y nuestros
mejores aliados en el inicio de su proceso educativo.
En cuanto a los materiales con los que podemos contar, la
oferta es inmensa: pinturas no tóxicas y fáciles de lavar, especialmente
preparadas para pintar con los dedos o las manos, ceras gruesas de colores,
témperas escolares, etc. Poco a poco, empezarán también a usar rotuladores,
lápices de colores y acuarelas, y a elegir y manejar pinceles de distintos
tamaños en función de lo que vayan a pintar.
Aunque no tenemos que olvidar que el tema que nos ocupa son
las actividades extra-escolares, considero fundamental introducir estos
aspectos previos, porque es necesario un buen trabajo docente y de motivación por
parte de los maestros en el colegio, para que los niños aprendan a divertirse
contando sus pequeñas y grandes historias a través de los colores y las formas;
sus “formas” y sus colores, probablemente extraños y disparatados, pero que
durante unos años serán su principal lenguaje expresivo y, si la labor se hace
bien, los niños pondrán el mismo afán y entusiasmo cuando pinten en casa y
quieran sorprender a sus padres.
En mi opinión, es bueno para “todos” los niños fomentar en
ellos la necesidad de expresar sus sentimientos “también” a través de la
pintura y el dibujo, al menos, durante las etapas de Educación Infantil y
Primaria. Durante estas etapas, además del trabajo “libre” que pueden hacer en
casa, y de las salidas que hagan con el colegio y sus familias para ver museos
y exposiciones (algo siempre conveniente y recomendable) es habitual contar con la posibilidad de
asistir a actividades extraescolares de pintura y creatividad en los propios
colegios, para todos aquellos niños que pidan algo más, para los que la pintura
se haya convertido en su mayor afición, e incluso para aquellos que tengan
dificultades cognitivas o expresivas de algún tipo y consideremos que este tipo
de actividades les pueden ayudar, en ocasiones, después de haber sido
aconsejados por maestros y/o especialistas. Para todos ellos ésta puede ser su
actividad, con la seguridad de que también para todos los demás sería sin duda
una buena opción si no se inclinan por otra cosa, que no sea “sólo ver la tele”,
“sólo jugar con la play”, etc.
El Modelado como introducción a la escultura
Paralelamente a la pintura, la pasta para modelar, bien sea
arcilla o plastilina no tóxica, cumple exactamente la misma función educativa
ya mencionada, especialmente en las primeras etapas. La diferencia es que, en
este caso estamos en el terreno de la tridimensionalidad. Poderse expresar en
tres dimensiones, crear volúmenes, es también algo maravilloso para los niños
y, aunque entraríamos ya plenamente en el mundo del juego, yo tampoco
descartaría el valor artístico y la importancia creativa de los juegos de
construcciones, con los que también pueden trabajar las tres dimensiones e
introducirse sutilmente en los terrenos de la escultura y la arquitectura.
Centrándonos en este caso en el modelado, la plastilina de
colores resulta genial para los niños pequeños, y lo mismo digo de las pastas
de modelar de diferentes tipos y colores. En mi niñez,casi la única alternativa a
la plastilina, siempre maravillosa, era la arcilla, y pocas aulas podían estar
preparadas adecuadamente para trabajar con ella de forma limpia y eficaz.
Además, tenía el inconveniente del secado que, si se hacía sin horno (lo cual
era lo más habitual o incluso lo único) las obras eran perecederas y se
destruían fácilmente. Hoy, sin embargo, existen multitud de pastas de secado al
aire, con la que los trabajos de los niños pueden pasar a ser permanentes, lo
cual, en muchas ocasiones, también resulta positivo, motivador para ellos y
gratificante para sus padres “y abuelos”.
En cuanto a cómo desarrollar estas habilidades como
actividad extra-escolar, en ocasiones forman parte del programa de las
actividades extra-escolares de pintura de las escuelas, pero, sin recurrir a
academias privadas, que también las hay, también contamos con los centros culturales de los barrios y pueblos,
en los que habitualmente ofrecen actividades de cerámica y modelado para todas
las edades. Pequeños talleres para modelar con pastas de diversos materiales,
como pasta de papel, de arroz, etc. también suelen estar disponibles en dichos centros.
Para terminar, tampoco podemos olvidar para todo este tipo
de actividades plásticas, los talleres que ofrecen periódicamente muchos de
nustros principales museos, como ya mencioné anteriormente y de lo que hablaré
con más detenimiento en el futuro.
La semana que viene hablaré de las actividades musicales y
de dramatización, algo con lo que, en esta ocasión como padre, estoy también muy
familiarizado por los estudios musicales de mi hija y por “su manía” de hacer
de ello algo divertido…
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